Por Alejandro Calvi
Que beber cuando comemos quesos azules
Sea solo, con galleta de campo, se llame roquefort, stilton, gorgonzola o cabrales, este deglutiente suele preguntarse que vino beber para acompañarlos.
No creas que es tan fácil. El tipo – en esta oportunidad me refiero al queso- tiene un contenido graso y proteico que puede convertir en insípido al más expresivo de los vinos. Avancemos con la ingrata tarea.
La fácil
La primera opción, y porque lo hemos visto por ahí, es descorchar un vino dulce ¿Acaso los galos no los acompañan con Sauternes? Pero ni nuestros azules son roquefort ni los blancos argentinos de cosecha tardía se parecen a los de Burdeos. Es que algunos se pasan de dulces y otros son tan sutiles que da lo mismo tomarlos o no. Como sea, si vamos en esa línea, una gran opción es el Petit Manseng late harvest de Terrazas de Los Andes. Finísimo, breve y de precio medio alto, casa muy bien con quesos azules.

También los dulces oscuros como el Malamado o el Porto de Magoas de Bianchi.

Una segunda opción (un poco más jugada)
Otra alternativa interesante y un poco más jugada son los tintos de buena graduación alcohólica como los Terroir Series de Alta vista (Alizarine es mi preferido) o salteños cojonudos como los Malbec Extremo de Altupalka, Humanao o Tacuil.

Una tercera sugerencia
Completo con una tercera sugerencia que elijo cuando el azul es muy cremoso y de aroma intenso: los espumosos. Un Cruzat Cuvee Rosé, floral y fresco casa bien y “limpia” el paladar en forma adecuada.

Buenos brindis.