Patatas a la importancia

Pancho las habia nombrado pero yo no le habia prestado atención

Pancho Ramos las había nombrado en algún lado, pero, debo confesarlo, no les preste mucha atención. Sin embargo, cuando las cocino Dabiz Muñoz en sus videos de cuarentena (Aquí), se robaron mi corazón (ya ven lo snob que puedo llegar a ser).

La versión de Dabiz es iconoclasta, rompe las reglas, pone en el típico guiso español jengibre, ajo, cerveza, morcillas, jugo de limón y cilantro. La versión más ortodoxa de Karlos Arguiñano (Aquí) lleva caldo, vino blanco, ajo y azafrán.

No pueden imaginar los suculento que resulta el plato cuando hacemos que un típico acompañamiento, las papas, tome el centro de la escena.

El asunto es sencillo, pasar unas rodajas de papa cortadas en un centímetro de espesor por harina, luego por huevo batido, freirlas y una vez que tomaron color cocinarlas en un caldo intenso y sabroso. Una maravilla.

Patatas a la importancia - Un sitio de gastronomía - abril 28, 2021

La receta de patatas a la importancia de Dabiz Muñoz en cuarentena (Aqui):

Sofreir tres dientes de ajo, cebolla y gengibre (generoso). 

Pelar y desgranar una morcilla de burgos sobre el sofrito. 

Agregar cerveza y reducir.

Agregar caldo de costillas de cerdo (de una receta anterior).

Cortar las patatas, pasarlas por harina, por huevo y freir a fuego medio (aqui el secreto es que las papas descansen un tiempo en la harina y otro tiempo en el huevo). 

Agregar el jugo de un limon al caldo y un poco de nuez moscada.

Colocar las patatas dentro del caldo y cocinarlas por 30 minutos. 

Freir unas rodajas de morcilla de burgos y dejarlas sobre un papel asorbente. 

Finalizar el plato las morcillas fritas, unos brotes de esparrago trigeros tiernos fritos, y cilantro picado. 

Una explosion de sabor. 

 

 

 

 

Perro Borgia

Cocinero amateur. Capaz de complicar el proceso más simple ante la promesa de un resultado mejor. Mi masamadre tiene edad suficiente como para ir al jardín de infantes. Tengo una relación intensa con mi roner. Mi compulsión a comprar implementos me hace el feliz poseedor de un Searzall. Soy un hinchapelotas de la comida.
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