– Hagamos Stollen!
– Dale, nos falta el mazapán, vas a comprar?
– Ok, ahí vengo, voy a la casa de repostería de acá cerca…
Regrese a casa decepcionado y con las manos vacías, luego de recorrer las 4 casas de repostería y dietéticas del barrio, que me ofrecían una pasta que la etiqueta acusaba que era pasta mazapán, pero a base de maní. Discutí con los vendedores, que querían convencerme que hace años que el mazapán viene así, y lo dice bien claro su etiqueta: pasta a base de maní, azúcar y esencia de almendras… Peor aún, me decían que era lo mismo y que sería imposible vender mazapán de almendras ya que sería carísimo.
La solución, práctica y simple, era hacerlo en casa. Más simple y práctica de lo que puedan imaginar.
La receta:
Los ingredientes son dos, o 3 como mucho, y hay dos versiones:

Versión 1
100 gr de almendras peladas sin tostar
100 gr de azucar impalpable
1 cucharadita de agua de rosas, esencia de almendras o una cucharada de licor de almendras (que fue lo que usé yo)
Versión 2
100 gr de almendras peladas sin tostar
50 gr de miel de buena calidad
1 cucharada de licor de almendras
El procedimiento es simple, para pelar las almendras si las tenemos con piel:

Ponemos a hervir agua en una olla, y cuando esta hirviendo le agregamos las almendras y que hiervan por 45 segundos, las colamos y las pelamos frotándolas entre sí con un repasador o a mano una por una. es muy fácil.

Ya peladas, y secas con el repasador, las procesamos con el resto de los ingredientes por un buen rato, hasta que quede la pasta


