La pandemia se puso picante en Irán.
Luego de dos semanas de confinamiento, sin clases, restaurantes ni reuniones de rezo en las mezquitas, las autoridades agregaron otras dos. La India explota de covid aquí nomás asi que no sabemos a ciencia cierta cuánto tiempo deberemos estar guardados.
Mi sancta sanctorum, el Bazaar de Tajrish, al que peregrino un par de veces a la semana en busca de novedades está cerrado a cal y canto.
Si a eso le sumamos el ramadán (que comenzó hace 10 días) durante el cual los creyentes no comen ni beben desde la salida hasta la puesta del sol, Teherán parece otra ciudad. Menos tránsito (nunca poco) y sin kebabs callejeros; ni los cafés en medio de los parques quedaron abiertos. Y claro, no hay mercados ni aglomeraciones callejeras.
Por suerte, para matar el aburrimiento, Ottolenghi aparece como salvador. En esta receta la carne, un insumo caro, que casi nunca se come en abundancia, se estira con una descomunal cantidad de puerros, para lograr unas albóndigas espectaculares.
Ingredientes
250 gr de carne picada de cordero (si no hay, de vaca)
800 gr de blanco de puerro
2 huevos
70 gr de harina de garbanzos (o la que tengan en casa)
2 huevos
Sal
Pimienta
1 cucharada perejil picado
Caldo de pollo
2 limones
Procedimiento
Cocinar los puerros en el microondas en un recipiente tapado con papel film pinchado 3 o 4 veces. Secar muy bien escurriendo la mayor cantidad de agua posible.
Una vez fríos picar con la procesadora sin llegar a un puré, incorporar carne, perejil, huevos, harina y salpimentar.
(Aquí me desvíe del camino que sugiere Yotam incorporando unas nueces picadas que se pueden obviar).
Dejar enfriar la masa en la heladera al menos un par de horas.
Formar las almondigas del tamaño de un puño, salen 7 u 8. Darles un rápido paso por harina sacudiendo el exceso y freír por tandas en un poco de aceite (ghee en mi caso). No amontonarlas son frágiles, y se podrían lastimar al girarlas.
Disponer en una olla o sartén de alta, sin encimar, e incorporar caldo hasta la mitad. Agregar el jugo de un limón y cocinar tapado por una media hora, volteando una vez.
Destapar y cocinar 15 minutos más.
Si la salsa quedó muy chirle (no debería) retirar las albóndigas y reducir a fuego fuerte.
Incorporar el jugo del otro limón ya fuera de fuego.
Servir en un plato hondo con un poco del jugo de cocción y napar con una cucharada de yogur.
Se puede terminar con unas hojas de hierbabuena por encima.