En Buenos Aires le pregunté a José Carlos Capel, una de las referencias en el mundo gastronómico español, por el punto de la tortilla de Betanzos. Le dije que había estado varias veces en el año 81, cuando mi mujer trabajaba en La Coruña, y que no recordaba que fuera tan líquida como ahora. Me aseguro, sin un atisbo de duda, que siempre se había hecho igual. Acabo de encontrar un video en donde la cocinera de Casa Miranda, en el top 3 del poblado, 43 años haciendo las tortillas del bar, asegura que antes se hacían menos líquidas. Yo sabía que mi memoria no me podía ser tan infiel porque hace 40 años mi paladar, entonces bastante menos cultivado, se hubiera alarmado con ese punto. Hoy, que soy un snob como sugería Boris Vian, esa tortilla fluida me resulta diferente pero no alarmante.

