Encargue en Carmen Boedo un pollo asado en horno de leña, con mucho romero y tomillo. Le rogué al estrellado cocinero que me entregara los jugos desgrasados de la fuente y después de una dura negociación cedió al poder del dinero. Un sofrito de zanahorias, puerro y cebolla. Una velouté con caldo de pollo muy concentrado, un poco de crema que había en la heladera, los jugos de la cocción del pollo y leche. Sal, pimienta y nuez moscada. Para el empanado pan casero tostado en el horno y después procesado. Muy buen crunch.
